
En la mitología griega, la titánide Rea (en griego antiguo Ῥεία Reia, Ῥέα Rea, Ῥείη Reiē o Ῥέη Reē, ‘flujo [menstrual o del líquido amniótico]’ o ‘facilidad [en el parto]’) era hija de Urano y Gea, hermana y esposa de Crono, y madre con éste de Deméter, Hades, Hera, Hestia, Poseidón y Zeus. Estaba fuertemente asociada a Cibeles, tanto que en obras de arte solía ser representada en un carro tirado por dos leones, y no siempre era posible distinguirlas. En la mitología romana, fue la Magna Mater deorum Idaea y se le identificaba con Ops. Según Hesíodo fue nodriza de Dioniso.[1] En la Antología Palatina se la menciona como nodriza de fieras y leones.[2]
Tras derrotar a Urano, su padre, Crono volvió a encarcelar a los Hecatónquiros, los Gigantes y los Cíclopes en el Tártaro, y dejó al monstruo Campe de carcelera. Él y Rea subieron al trono como reyes de los dioses. Esta época se denominó la edad dorada, pues la gente de entonces no necesitaba leyes ni reglas: todos hacían lo correcto, por lo que no eran necesarias.
Crono fue padre de varios hijos de Rea: Hestia, Deméter, Hera, Hades y Poseidón, pero se los tragó tan pronto como nacieron, pues Gea y Urano le habían revelado que estaba destinado a ser derrocado por su propio hijo, tal como él había destronado a su padre. Sin embargo, cuando Zeus estaba a punto de nacer, Rea pidió consejo a Urano y Gea para urdir un plan que le salvara, y así Crono tuviera el justo castigo a sus actos contra Urano y contra sus propios hijos. Rea se escondió en la isla de Creta, donde dio a luz a Zeus. Luego engañó a Crono, dándole una piedra envuelta en pañales que éste tragó en seguida sin desconfiar.
Entonces escondió a Zeus en una cueva del monte Ida en Creta. De acuerdo a diversas versiones de esta historia, Zeus fue criado:
- Por Gea.
- Por una cabra llamada Amaltea, mientras una compañía de soldados llamados Curetes o Coribantes, o algunos dioses menores, bailaban, gritaban y daban palmadas para hacer ruido y que Crono no oyese los llantos del niño.
- Por una ninfa llamada Adamantea. Puesto que Crono gobernaba la tierra, los cielos y el mar, ella le escondió colgándole con una cuerda de un árbol, de forma que quedaba suspendido entre la tierra, el mar y el cielo, siendo pues invisible a su padre.
- Por una ninfa llamada Cinosura. En agradecimiento, Zeus la subió entre las estrellas tras su muerte.
- Por Melisa, quien lo alimentó con leche de cabra.
Tras hacerse adulto, Zeus obligó a Crono a regurgitar a sus otros hijos en orden inverso al que los había tragado: primero la piedra, que se la dejó a Pitón bajo las cañadas del Parnaso como señal a los hombres mortales, y después al resto. En algunas versiones, Metis le dio a Crono un emético para obligarle a vomitar los bebés, y en otras Zeus abrió el estómago de Crono. Entonces Zeus liberó a los hermanos de Crono, los Gigantes, los Hecatónquiros y los Cíclopes, de su mazmorra en el Tártaro y mató a su guardiana, Campe. En agradecimiento, los Cíclopes le dieron el trueno, el rayo y el relámpago, que habían sido previamente escondidos por Gea. En una guerra llamada la Titanomaquia, Zeus y sus hermanos y hermanas junto con los Gigantes, Hecatónquiros y Cíclopes, derrocaron a Crono y a los otros Titanes, que fueron encerrados en el Tártaro, un lugar húmedo, lúgubre, frío y neblinoso en los más profundo de la Tierra. Irónicamente, Zeus también encarceló allí a los Hecatónquiros y los Cíclopes.
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